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Objetivos SMART: cómo definirlos en tu empresa para mejorar los resultados
Para que una empresa pueda crecer, aumentar su rendimiento y mejorar su productividad y el producto o servicio que ofrece a sus clientes es necesario plantearse objetivos que hay que alcanzar para continuar avanzando.
Definir estos objetivos que marcarán el camino de la organización es fundamental para la planificación de la empresa y la organización de sus procesos y recursos.
En demasiadas ocasiones se plantean objetivos abstractos, poco precisos, sin límites temporales y, en muchas ocasiones, sin capacidad para determinar realmente si se han llegado a lograr. Estos objetivos no ayudan al desarrollo de la empresa y pueden llevar a decisiones erróneas por la poca precisión de las posibilidades que plantean.
¿Qué son los objetivos SMART?
Los objetivos SMART pretenden poner orden en el planteamiento del futuro de la empresa y ayudar a establecer los objetivos que se pretenden alcanzar, pero de forma que se pueda medir en todo momento si se ha conseguido llegar a las metas previstas o se ha fracasado en el intento.
Los objetivos SMART de las empresas pueden plantearse para áreas o departamentos concretos como el de Marketing, Ecommerce o el de Recursos humanos.
Características que debe tener un objetivo SMART
Cada objetivo SMART debe ser específico, medible, alcanzable, relevante y temporal. Todas estas características se deben cumplir para que pueda ser un objetivo factible y que permita un avance real de la empresa.
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Específico
La meta planteada debe hacer referencia a un área, aspecto o acción concreta. Hay que fijar los datos concretos que se pretenden alcanzar. Uno de los ejemplos de objetivos SMART en Recursos humanos podría ser reducir un 10% la tasa de rotación. En el área de ventas podría contemplarse aumentar las ventas un 10% como uno de los ejemplos de objetivos SMART o incrementar un 25% las visitas al sitio web podría ser otra opción.
A la hora de tener en cuenta qué objetivos hay que fijar ayuda hacerse preguntas como qué es lo que queremos conseguir, quiénes deben ser los trabajadores que se encarguen de conseguirlo, los recursos necesarios y si pueden existir obstáculos que impidan alcanzar el objetivo que se pretende proponer.
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Medible
Muy relacionado con el punto anterior, el objetivo ha de ser medible. En este sentido, es necesario contar con las herramientas necesarias para que el objetivo se pueda medir o establecer una metodología concreta para que se pueda comprobar si el proyecto ha llegado realmente al lugar previsto.
En el caso de la tasa de rotación, es perfectamente medible porque solo hay que calcularla para comprobar si se ha llegado a lo que estaba previsto.
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Alcanzable
De nada sirve plantear un objetivo que nunca se va a poder conseguir. Es vital que cada meta planteada sea realista y entender todo el proceso como una escalera en la que hay que llegar a un escalón para poder seguir con el siguiente.
Siguiendo con los ejemplos de objetivos SMART, en el caso de la tasa de rotación habría que detallar las medidas que se van a tomar como la incorporación de nuevos incentivos y cuáles serían.
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Relevante
No tiene sentido definir objetivos SMART muy fáciles de conseguir o que no apartan nada significativo para el negocio. Hay que apostar por objetivos que permitan seguir avanzando en la estrategia global y de futuro de la empresa. Todos los objetivos no son iguales.
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Temporal
Cada objetivo SMART debe tener un plazo de tiempo determinado para cumplirse. Hay que poner mucho cuidado en la delimitación del espacio de tiempo en el que debe alcanzarse el objetivo porque no debe ser ni demasiado corto para que exista el tiempo suficiente, ni demasiado largo para no malgastar el tiempo que puede utilizarse para otro objetivo.
Ventajas de utilizar objetivos SMART para las empresas
Crear objetivos SMART nace de la idea de que se pueden conseguir grandes resultados si se van alcanzando, poco a poco, pequeñas metas. Su uso concede grandes ventajas a las empresas.
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Mejora la planificación
La empresa es un ámbito muy grande en el que, en ocasiones, los árboles no dejan ver el bosque. En un espacio de actividades y tareas tan grande, tener un sistema que permite organizar objetivos alcanzables y delimitados en el tiempo permite conseguir avances sucesivos que se traducen en una mejora de la actividad empresarial.
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Prioriza los objetivos más importantes
Esta metodología no solo permite determinar cómo definir objetivos, también ayuda a detectar y llevar a cabo los que son más importantes para el desarrollo, primero del área o departamento, y después de toda la empresa.
Priorizar los objetivos es muy importante porque permite dedicar más recursos y atención a los proyectos que realmente lo requieren y ordenar una estructura para llevarlos a cabo. Esta distribución ayuda a obtener un mejor control de los recursos económicos disponibles y contribuye al ahorro en la organización a través de la optimización de recursos.
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Fomenta la comunicación
Diseñar objetivos SMART es una gran ayuda para mejorar la comunicación entre los miembros de un proyecto o de la empresa. Hace mucho más sencillo comprender los aspectos más importantes y transmitir cuál es el camino que se pretende seguir para alcanzar la meta que se ha propuesto.
Permite, al mismo tiempo, una mejor alineación de los objetivos de la empresa para caminar todos en una misma dirección.
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Aumenta la productividad
Trabajar con objetivos SMART aumenta la productividad en muchos sentidos, pero especialmente con el tiempo que ahorra al evitar cambios y modificaciones que se producen por una mala planificación.
La clarificación que supone para los trabajadores conocer el método, el lugar al que se quiere llegar y la manera de alcanzarlo permite mejorar también su rendimiento.
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Facilita la evaluación
Es una de las grandes ventajas cuando se fija un objetivo SMART. Las mismas características del objetivo, al ser medible, hace muy sencilla la evaluación sobre el mismo objetivo y, a un nivel más global, facilita la de todos los procesos que se llevan a cabo en la organización.
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Potencia la motivación
Los trabajadores sienten que su actividad es prevista y valorada y encuentran en los objetivos SMART una forma de medir y reconocer el esfuerzo que realizan. Como consecuencia de todo ello, es una herramienta que contribuye también a incrementar la motivación y a la generación de un mejor ambiente de trabajo, algo que puede resultar muy positivo a todos los niveles.
- Programación de turnos
- Control horario
- Gestión de las vacaciones
- Cálculo automático de la nómina
- Análisis de datos e informes
La información, clave en los objetivos SMART
Los datos y la información juegan un papel clave cuando se plantea cómo definir objetivos SMART. Por ejemplo, incrementar la actividad en las redes sociales o aumentar el número de clientes, siempre con parámetros concretos, necesitan de una información específica y completa de los recursos humanos y materiales de los que dispone la empresa y de las características de su plantilla.
En este sentido, un software de gestión de personal como Papershift permite obtener datos muy completos sobre las características de los trabajadores, sus características, horarios, conocimientos y habilidades. A partir de esta base, generar objetivos SMART es mucho más sencillo y, sobre todo, más efectivo porque permite ajustarlos mucho más y definirlos con más precisión.
Consejos para impulsar los objetivos SMART
Establecer objetivos SMART es un primer paso para lograr una gestión más efectiva de la empresa, pero, una vez implementados, hay que tener en cuenta algunos consejos para amplificar su eficacia y que realmente tengan éxito.
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Compartir los objetivos con todo el equipo o las personas implicadas
Es lo más importante. No solo porque el contenido del objetivo SMART planteado tiene que llegar, evidentemente, a todos los empleados que van a participar en él sino también porque puede ayudar a generar otros objetivos en otras áreas de la empresa.
- Revisa el avance del objetivo SMART
Recuerda que el objetivo SMART es una ruta hacia un punto determinado desde una posición de partida. No es necesario esperar a llegar al destino para detectar posibles errores y actuar para corregirlos.
Es importante no dejar el objetivo SMART sin supervisión y solo a la espera de que los empleados lleven a cabo su trabajo. Es importante revisarlo, controlarlo y aplicar las medidas que sean necesarias para que el resultado final sea exactamente el esperado.
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No olvides la evaluación
Es muy importante evaluar el resultado final de un objetivo SMART. En primer lugar porque puede que no se alcance con lo que habría que replantearlo completamente y comprobar cuál ha sido el aspecto que ha fallado, desde el diseño inicial hasta los medios o recursos destinados para conseguirlo.
También es importante la evaluación porque puede que algún aspecto del resultado final no sea el esperado o que alguna parte del proceso realizado no se haya llevado a cabo tal y como se pretendía. Hay que revisar los pasos que se han dado, el tipo de decisiones que se han tomado, los esfuerzos realizados y si la lectura del objetivo SMART ha sido la correcta para lograr el crecimiento previsto.
No hay que olvidar que una de las características de los objetivos SMART es que favorecen un control mucho más completo sobre los diferentes procesos que integran la empresa.
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Objetivos SMART vs metas SMART
Aunque en muchas ocasiones se usan como sinónimos, objetivos SMART y metas SMART tienen un significado distinto.
Los objetivos SMART hacen referencia a los pasos y procedimientos para conseguir un determinado objetivo medible y cuantificable en un plazo de tiempo muy determinado.
Las metas SMART, por su parte, solo se refieren al punto de llegada que se pretende alcanzar sin pormenorizar los procesos que se seguirán para llegar a ellas y con una medición que puede ser más difícil. Es un concepto más estratégico con un plazo de tiempo para su consecución que suele ser bastante más amplio.
Las metas SMART pueden marcar un punto de llegada general que se alcanza a través de diferentes objetivos SMART concretos.
