Desconexión digital: cómo se ejerce este derecho en la empresa y qué implica

El derecho a la desconexión digital es ya uno de los grandes caballos de batalla en las relaciones laborales, pero será cada vez más importante en un futuro muy cercano. Reconocido en el marco legal laboral, su respeto en la práctica no siempre se cumple y sus límites no acaban de fijarse con claridad y corren el riesgo de verse sobrepasados por la tecnología.

Un whatsapp del jefe, un email de última hora… desconectar realmente del trabajo en un momento en el que las nuevas tecnologías permiten estar conectados las 24 horas del día puede resultar difícil. Aunque un email sea para el día siguiente, el smartphone lo muestra al instante, aunque sean las doce de la noche y, según las circunstancias, puede resultar muy complicado no contestar.

El estrés y la exigencia que generan estas situaciones hacen que el derecho de la desconexión sea vital para el buen ambiente y el rendimiento de los trabajadores de una empresa. También es un derecho clave para que pueda existir una conciliación entre la vida laboral y personal efectiva.

¿Qué es el derecho a la desconexión digital?

El Diccionario panhispánico del español jurídico define el derecho a la desconexión digital como el derecho de los trabajadores “a que su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como su intimidad personal y familiar no se vean negativamente afectados por el uso de dispositivos digitales que pueda efectuar el empleador”.

Otras definiciones como la de la Unión Sindical Obrera (USO) hacen hincapié en la necesidad de desconexión al subrayar el derecho de los trabajadores “a no conectarse a ningún dispositivo digital de carácter profesional o del software de la empresa” y el derecho a no contestar llamadas, whatsapp, correos electrónicos o cualquier otro tipo de comunicación.

En definitiva, el empresario no puede ponerse en contacto con el trabajador para cuestiones laborales fuera de su jornada laboral y el empleado puede evitar o negar la comunicación si lo intenta.

Este derecho se reguló por primera vez a través de la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales que, en su artículo 88 reconoce que los trabajadores “tendrán derecho a la desconexión digital a fin de garantizar, fuera del tiempo de trabajo legal o convencionalmente establecido, el respeto de su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como de su intimidad personal y familiar”.

El derecho a la desconexión digital asiste a todos los trabajadores y trabajadoras, pero está especialmente relacionado con el teletrabajo o trabajo a distancia. Los empleados que trabajan desde su hogar o lugares diferentes al centro de trabajo son los que más difícil tienen hacer valer el derecho a la desconexión digital porque la propia duración de la jornada se difumina.

¿Cómo garantizar el derecho a la desconexión digital?

La Ley Orgánica 3/2018 establece que la empresa debe desplegar una política interna y acciones de formación y de sensibilización del personal sobre el uso razonable de las herramientas tecnológicas que evite un abuso del uso de las mismas.

Coloca en el empresario la responsabilidad de velar para que esta situación no se produzca y se respete el derecho a la desconexión digital. En este sentido, subraya la necesidad de proteger al empleado del riesgo de fatiga informática, resguardar su descanso y defender su intimidad y la protección de datos personales.

Sin embargo, tal y como publica La Vanguardia, un informe de ESADE e Infojobs ya alertaba de que en 2017 más del 50% de los trabajadores en activo reconocía responder emails y llamadas de trabajo durante sus vacaciones y apenas un 28% de las empresas españolas tenía alguna política de desconexión.

Objetivos de la desconexión digital

Este derecho nace con tres objetivos.

Asegurar el descanso tras la jornada laboral

Este derecho permite asegurar que el trabajador no continuará atendiendo cuestiones relacionadas con el trabajo cuando ya ha concluido la jornada laboral o en los momentos de descanso. De esta forma puede pasar página realmente de los asuntos del trabajo y tener tiempo para sus aficiones o asuntos personales o familiares.

Salvaguardar la intimidad del trabajador

La desconexión digital evita que se puedan producir intromisiones en la intimidad del trabajador que puede desconectar de la actividad laboral durante el tiempo de descanso y que su vida personal no esté al alcance de los responsables de la empresa.

Evitar la sobrecarga de trabajo

La conexión continua con el trabajo puede llevar al estrés y la ansiedad si no existen los periodos de descanso adecuados. El derecho a la desconexión digital evita la sobrecarga y es también una medida de prevención de riesgos laborales al evitar que la salud mental pueda verse afectada.

¿Cuándo se debe producir la desconexión?

Este derecho asiste al trabajador durante todo el tiempo que pasa fuera de la jornada laboral prevista en el contrato, el convenio o el Estatuto de los trabajadores. Fiestas, horas de descanso, vacaciones, pausas… durante todo este tiempo el trabajador tiene derecho a la desconexión digital y puede no responder a los requerimientos de las empresas.

No hay que olvidar que existen puestos de trabajo que, por sus características, precisan de un acuerdo de disponibilidad fuera del horario de trabajo. En estos casos, el trabajador sí tiene que estar disponible durante el horario de las guardias que, normalmente, se pactan con los representantes de los trabajadores.

Desconexión digital y teletrabajo

Tras el primer acercamiento de la ley orgánica mencionada, el derecho a la desconexión digital también tiene una especial importancia en la ley del teletrabajo, el Real Decreto-Ley 28/2020. En este ámbito, la desconexión digital es especialmente importante porque el horario laboral y la jornada de trabajo tiende a extenderse en una forma de trabajo en la que la frontera entre vida personal y familiar se hace más difusa.

Incumplimientos y sanciones

Transgredir el derecho a la desconexión digital supone una infracción de la normativa laboral por parte de la empresa. Puede llegar a suponer una infracción grave con una sanción que estaría entre los 625€ y los 6.250€.

Si el empresario reincide y es persistente, la infracción puede llegar a ser muy grave y la sanción pasaría a estar entre los 6.251€ y los 187.215€.

Es importante tener en cuenta que, en algún caso, la Inspección de Trabajo, ha considerado como una infracción en el derecho a la desconexión digital el simple hecho de enviar emails fuera del horario de trabajo.

Desde la implantación de la obligación del registro horario y su conservación durante cuatro años por parte de las empresas resulta mucho más sencillo comprobar si se ha vulnerado el derecho a la desconexión. Un software como Papershift permite chequear las jornadas laborales de los últimos meses o años y cotejarlas con el envío de comunicaciones.

¿Cómo garantizar el derecho a la desconexión digital en tu empresa?

La desconexión digital beneficia tanto al trabajador, que consigue una separación clara y total entre la vida personal y la laboral, como a la empresa, que consigue trabajadores más comprometidos y motivados.

Para que se pueda dar de forma efectiva se pueden tomar distintas medidas que ayuden a que realmente se produzca en el marco de la empresa.

Límites tecnológicos

La misma tecnología que permite una hiperconexión de los empleados con sus entornos laborales pone también al alcance de los responsables de Recursos Humanos o de la empresa medios para limitar el envío de cualquier correo electrónico, priorizarlo según su importancia o establecer los parámetros que se consideren oportunos.

Se pueden programar límites y barreras para que este derecho quede preservado.

Software de control horario

Contar con Papershift es imprescindible para comprobar en cada momento y de forma inmediata el horario de las personas que trabajan en la empresa y no interferir en sus periodos de descanso o destinados a la vida privada.

El servicio en la nube que ofrece Papershift permite garantizar el derecho a la desconexión digital también para los empleados que realizan su trabajo a distancia ya que pueden fichar al inicio o al final de la jornada laboral desde cualquier lugar con su ordenador o con el móvil.

Todo queda registrado y los límites de la jornada laboral y el tiempo de trabajo están mucho más claros.

Política interna de reconocimiento del derecho a la desconexión

Como ya hemos mencionado, la propia normativa establece que la empresa elaborará una política interna para asegurar el derecho a la desconexión. Además de las herramientas tecnológicas mencionadas, es importante establecer un protocolo de actuación para todos los responsables del área con el objetivo de que se respete al máximo el derecho a la desconexión digital.

El compromiso de los responsables de Recursos Humanos o del empresario estableciendo esta política interna refuerza a importancia de respetar este derecho.

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Implementar una nueva cultura de funcionamiento en la empresa

Evidentemente, es la medida más difícil de llevar a cabo. Para poder conseguir un auténtico derecho a la desconexión digital es muy aconsejable que las empresas que enfocan su actividad en el presencialismo se muevan hacia un nuevo esquema de trabajo en el que lo importante son los resultados y la consecución de objetivos.

No se trata de que los trabajadores estén más horas trabajando sino de que alcancen los objetivos que les plantean los responsables de las empresas.

La extensión del uso de las nuevas tecnologías y el trabajo a distancia provocarán que el derecho a la desconexión digital sea cada vez más importante y se produzcan más fricciones entre los trabajadores y la empresa por el tiempo de trabajo y el horario.

Por eso, es importante desde el primer momento poner en marcha las medidas necesarias para que este derecho quede garantizado.