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Si tuviéramos que hacer una selección de los términos y aspectos más frecuentes en los pasillos de cualquier departamento de Recursos Humanos, que no te quepa duda de que la empleabilidad sería uno de los más importantes.
Tanto para la empresa como para el trabajador resulta fundamental comprender, analizar e incluso para éste último, aplicar. Es evidente que el empleador necesita estudiar el perfil de los candidatos para encontrar la mejor opción, mientras que para el candidato contar con un perfil poderosamente atractivo resulta clave para ser contratado.
El concepto de empleabilidad es precisamente lo que hoy vamos a desarrollar en las siguientes líneas, para que puedas comprender por qué debes llevarlo a la práctica y perfeccionarlo en su conjunto si quieres mejorar tu candidatura e impresión de cara a la empresa.
¿Qué es la empleabilidad?
La empleabilidad está estrechamente condicionada al mercado laboral y su constante evolución. Hablamos de la capacidad que tenemos por adaptar nuestras circunstancias personales y profesionales, a fin de reunir y perfeccionar conocimientos, experiencia y competencias según las necesidades que el propio mercado va necesitando.
Dicho de otra forma, para acceder a un nuevo empleo, tendremos que adaptarnos a las condiciones, exigencias y necesidades del sector en el que nos encontremos. Se trata de la aptitud con la que el candidato aborda la misión de encontrar trabajo, eso es en buena parte lo que nos permite la empleabilidad.
La empleabilidad permite que cualquier persona pueda seducir y llamar la atención de las empresas durante los procesos de selección. Sin embargo, también facilita que nos adaptemos al cambio y requisitos del puesto actual, ayudándonos a progresar y crecer a nivel profesional.
Aunque son muchos los factores que intervienen, cualquier persona puede desarrollar y potenciar sus habilidades para mejorar su índice de empleabilidad. En las ofertas de trabajo actuales, hace ya tiempo que la formación dejó de ser el único parámetro por el que se contratan trabajadores.
¿Es importante la empleabilidad para las personas?
Hace apenas un par de décadas, contar con una titulación universitaria o cualquier otra especialización académica marcaban la diferencia en cualquier proceso de selección. Ahora todo ha cambiado, disponer de una buena formación no garantiza el acceso a ningún puesto de trabajo. La empleabilidad ya no se limita a potenciar el estudio.
Si no se tiene en cuenta la empleabilidad ni la trabajamos, muchas personas pasarán desapercibidas ante los procesos de selección. El perfil laboral y las habilidades podrían no ser lo suficientemente poderosas como para conseguir que nos contraten.
Intervienen infinidad de factores para lograr mejorar la empleabilidad de cada uno y, según el contexto en el que nos encontremos, tendremos que orientarla y enfocarla según los requisitos de las empresas a las que deseemos acceder.
Concepto de empleabilidad para la empresa
La empleabilidad también es un factor determinante también sobre cualquier departamento de selección de personal. La gestión de las contrataciones siempre viene ligada en relación a variables como la medición de capacidades y habilidades que debe reunir un candidato.
Esto permite elaborar un estudio detallado de los perfiles de los interesados al puesto, pudiendo analizar todos los factores que se requieren para garantizar que la contratación de la persona adecuada sea un éxito. Sin empleabilidad no habría competencia, ni tampoco razones por las que una empresa pudiera seleccionar a la persona ideal para trabajo requerido según sus capacidades.
Gracias a ella, las empresas pueden mejorar su capacidad y competencias, cubrir tareas y cumplir objetivos de manera eficiente. Lo mismo sucede con la digitalización, un proceso donde optimizar los recursos con un software de Recursos Humanos como Papershift es esencial. Hablamos de una herramienta indispensable para la gestión de horarios, vacaciones, absentismo e incluso automatización de las nóminas.
Características que mejoran la empleabilidad
Ya que ahora conocemos mejor el concepto de empleabilidad, ¿Qué te parece si pasamos a detallar algunos de sus principales rasgos para mejorarla? Aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de desarrollar una estrategia profesional adaptada a nuestras necesidades y objetivos.
Mejorar la empleabilidad requiere poner el foco en algunas áreas como las que vas a descubrir líneas más abajo, permitiendo trabajar en profundidad aquellas que se ajustan a determinadas necesidades y situaciones. Esta es una selección de los factores más determinantes por los que la empleabilidad se rige.
Hábitos durante la búsqueda de trabajo.
¿Sabes lo que significa el tiempo de calidad? Se trata de invertir el tiempo de manera productiva, obteniendo los mejores resultados en el menor plazo posible. Hay ocasiones en las que tus acciones y métodos a la hora de buscar oportunidades de trabajo no son los más recomendables en cuanto a productividad.
El tiempo productivo permite que, en el caso de estar buscando empleo, adquieras el compromiso real para invertirlo de la forma más eficaz posible. Esto se consigue reduciendo las distracciones, omitiendo las ofertas que no te interesan y filtrando las empresas que consultas. La empleabilidad mejora conforme lo hace el nivel de eficiencia.
La fiebre de la “titulitis“, un mal muy extendido
En países como España, existe la mala costumbre de pensar que solo con poseer una gran cantidad de titulaciones en estudios académicos es más que suficiente como para acceder a un trabajo a medida y diseñado para nosotros. Lo cierto es que, ni la empleabilidad ni el mercado laboral ya no se rigen únicamente por esta capacidad.
Aunque es evidente que los estudios resultan importantes y siempre son recomendables, ahora intervienen muchos más elementos que hacen que las empresas y los entrevistadores consideren con potencial tu perfil. Demostrar tus habilidades mediante la práctica, permitir acceder al interesado a tu portfolio profesional y conocerte a través de tus trabajos anteriores es ahora mucho más importante que la teoría.
La experiencia profesional y los trabajos no cualificados
Otra de las malas costumbres que tenemos es ocultar parte de nuestro historial profesional y formación a fin de mostrar únicamente los puestos de trabajo de sectores similares. Aunque parte de la culpa procede precisamente algunos empleadores, donde prefieren apostar por la manera de sintetizar y eliminar datos que creen que son irrelevantes.
Las experiencias pasadas pueden servir para el empleo del futuro, hay que incluirlas y mencionarlas siempre. Para la empleabilidad, los empleos sin cualificación permiten analizar competencias como la motivación en equipo, conocimientos en cultura general, organización o habilidades sociales. Todos ellos imprescindibles y necesarios ante cualquier oferta de trabajo de mayor responsabilidad.
Saber idiomas ya no es un plus sino una necesidad
Hace unos años, el índice de empleabilidad de cualquier persona aumentaba considerablemente si dominaba otras lenguas del mundo. Ahora el mercado laboral y la propia empresa exigen que estos conocimientos sean, además de necesarios, casi obligatorios si se quiere optar al puesto en buenas condiciones.
Cada vez son más las competencias de las compañías, así como la del trabajador y sus responsabilidades, forme parte de un equipo o no. Abrirse a nuevos mercados del mundo, trabajar para agentes extranjeros, trabajar en un sistema informático concreto e interactuar con los clientes requiere de algo más que conocer un par de palabras. Este es uno de los aspectos de la empleabilidad de mayor valor y por los que mejores resultados se obtienen de cara a las entrevistas de trabajo.
Enfocarse en una función concreta
Llegar al mercado laboral con competencias y una especialización limitada es un tema que actualmente está se cuestiona bastante. Para las empresas, contar con un conjunto de profesionales que no dominan una habilidad concreta podría llegar a ser un problema en cuanto a su productividad y resultados.
Enfocar nuestros estudios en desarrollar habilidades y conocimientos sobre una materia en concreto podría aumentar el índice de empleabilidad notablemente. Cada vez son más los que apuestan por un perfil de trabajador especializado, capaz de permitir aportar valor y diferenciación sobre la competencia.
Motivación, actitud y oportunidades
A parte de desarrollar y mejorar habilidades idiomáticas y técnicas para incrementar la empleabilidad, las cualidades personales también son algo que se debe depurar y perfeccionar. Hablamos de puntos como la motivación y predisposición de las personas por encontrar una oportunidad laboral y aprovecharla.
Mostrar el interés de una persona por acceder a un puesto de trabajo es siempre un factor determinante y muy valorado dentro de los procesos de selección. Demostrar el potencial que se puede desarrollar y el talento que se puede aportar a la empresa son cuestiones que hay que trabajar e incluir siempre en el desarrollo de la empleabilidad de cada uno.
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¿Cuáles son sus ventajas en el mercado laboral?
Simple y llanamente el resultado que proporciona a la hora de tenerla en cuenta y aplicarla cada vez que encontremos una oportunidad laboral. La empleabilidad es un aspecto que, aunque siempre ha estado ahí, nunca se había trabajado y potenciado tanto como en los últimos años.
Para la empresa, contar con nuevos trabajadores es siempre una necesidad, aunque ahora ya no es suficiente superar el proceso de selección en base a su formación académica. Ahora el concepto de empleabilidad cuenta con muchos más factores y es el candidato el que hace que la empresa se interese por sus aptitudes y habilidades.
Desarrollar el índice de empleabilidad permite llegar con garantías a muchas más oportunidades profesionales, facilita los procesos de contratación de cualquier empresa, mejora competencias y garantiza la consecución de nuestros objetivos profesionales mucho antes.
